La nueva planta de Winoa Ibérica, a las afueras de la localidad vizcaína de Balmaseda, es la más moderna del mundo en su campo y produce granalla de acero de alto valor añadido de forma sostenible y eficiente. La multinacional ha invertido más de 20 millones millones de euros en estas instalaciones. La fábrica ocupa una superficie de 30.000 m2 en la que se han edificado cuatro naves interconectadas entre sí para mejorar la distribución y comunicación en los procesos productivos. Los trabajos dieron comienzo en junio de 2016 y han concluido este pasado verano.

Cuenta con hornos de inducción, hornos para el tratamiento térmico, estaciones de cribado y cintas transportadoras para el almacenamiento y empaquetado. Además, las instalaciones auxiliares incorporan la mejor tecnología disponible en el control de agua y tratamiento del aire.

La operación ha sido posible gracias al convenio suscrito con el Ayuntamiento de Balmaseda, la Diputación Foral de Bizkaia y el Gobierno Vasco para favorecer la implantación de un proyecto estratégico.

El uso de la granalla de acero para el tratamiento de superficies es habitual en diferentes sectores industriales: automóvil, acero, energías renovables, transporte ferroviario y naval y construcción, entre otros.

Al igual que otras plantas del grupo, la fábrica vizcaína se caracteriza por la sostenibilidad en sus procesos al utilizar acero de fuentes recicladas para la producción de la granalla, que tras su uso por parte de los clientes vuelve a ser procesada para lograr nuevo abrasivo listo para su consumo.

La nueva planta de Winoa en Balmaseda cuenta con las más modernas técnicas de producción para reducir la huella medioambiental: sistemas dobles de depuración para garantizar un ambiente limpio dentro y fuera de la planta, equipos de recuperación de calor, iluminación inteligente y una estación de tratamiento de agua.